Perseverancia
y Responsabilidad

 


"En el fluir del tiempo, pasó el invierno con sus intensos fríos y sus copiosas lluvias; la Primavera con sus tenaces brisas azotando las recientes caracolas; el Verano, con su hábito febril sobre el paisaje adormecido. Y llega el Otoño, la más perfecta estación del año lagunero, porque en ella la naturaleza se hace equilibrio y serenidad". 

Con este párrafo, con el que comienza el hermoso pregón de las fiestas del Santísimo Cristo de 1953, obra de la admirada lagunera doña María Rosa Alonso, a la que tuve la suerte de conocer en vida, y de la que absorbí parte de su amor a esa identidad local que nos hace únicos, quiero presentarles este espacio virtual y personal, abierto a la participación e implicación de la ciudadanía, ante el presente y futuro de La Laguna. 

Vivimos un tiempo de turbulencias, miedos e incertidumbres, de desarraigo local y social, frente al que queremos ofrecer la esperanza de un proyecto común, abierto, divergente ante los retrocesos, convergente con el derecho a la libertad, y alineado con el progreso social, cultural, económico y medioambiental de esta tierra común, crisol de realidades e identidades de pueblos y barrios que representa La Laguna. 

Liderar este presente y futuro común, requiere de un ingrediente básico, que les prometo, me sobra para repartir e ilusionar a la ciudadanía por completo: el Amor a La Laguna. Siento este municipio calle a calle, barrio a barrio, pueblo a pueblo, vecino/a a vecinos/a, como parte de mi propia vida, desde mi infancia hasta mi madurez, siempre como una marca personal que nadie podrá poner en duda, porque no es márquetin ni publicidad impostada con dinero público, sino hechos, trayectoria vivida y compartida con todos/as.

Sentir La Laguna desde el más recóndito lugar de nuestro municipio, hasta la misma plaza de la Catedral. Desde abajo hacia arriba, abriendo camino, para juntos/as construir, lograr y vivir un presente y futuro mejor.

Jonathan Domínguez.











 
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